¿Resultado? Un hotel con identidad

La intervención se realizó en una planta que cuenta con un total de once habitaciones. Se trabajaron los techos, los paramentos y los pavimentos buscando la manera de generar un ambiente neutro y elegante con el fin de ofrecer una visita turística relajante e ideal para los clientes.

También se hizo hincapié en la iluminación llevando a cabo una planificación totalmente nueva y mejorando el aspecto visual de cada espacio y se realizó el reacondicionamiento de los baños actualizando todo su equipamiento.

Además se trabajó la recepción creando un ambiente mucho más dinámico y actual sin descuidar el aspecto tradicional de todo el establecimiento. De este modo se consiguió destacar la parte destinada a la administración del hotel. También se rediseñó el bar del complejo turístico. Para ello se puso el foco de atención sobre la gran tradición vinícola de la zona y se crearon diferentes ambientes como una zona de degustación y exposición.

 

El resultado es el de un hotel que conjuga el aspecto señorial que le es propio por sus cientos de años de historia con un cuidado toque actual y elegante que le hace destacar y resalta su identidad. Todo esto ayuda a proporcionar algo imprescindible en este tipo de establecimiento: mejorar la experiencia de los usuarios cuidando hasta el más mínimo detalle, haciendo que la visita sea inolvidable, que tengan ganas de regresar cuanto antes y lo recomienden a sus familiares y amigos.